Huesos Fuertes y Flexibles
Vie, 16/02/2018 - 14:14
Mantener unos huesos fuertes y proteger nuestras articulaciones, es fundamental para cuidar la estructura de nuestro cuerpo.
Los huesos se están renovando constantemente y se encargan de alojar y proteger nuestros órganos vitales, además de producir la médula ósea y facilitar el movimiento. Los huesos están formados por sales de calcio, magnesio, minerales y oligoelementos; que les confieren dureza, además formando parte de su estructura contienen una matriz de colágeno que les proporciona flexibilidad.
Los huesos deberían cuidarse toda la vida, desde la infancia hasta los 35 años se alcanzarse el pico de densidad ósea máximo, luego a partir de esta edad se produce una pérdida gradual de la densidad mineral ósea.
Para un desarrollo sano de los huesos es necesario un aporte adecuado de, calcio, magnesio, zinc, cobre, silicio y vitaminas D, K, ácido fólico y vitamina-C, que deberíamos aportar a través de una nutrición sana y saludable y adaptada a cada época de la vida.
¿Qué podemos hacer para fortalecer nuestros huesos?
La descalcificación no es solo un problema asociado a la madurez o la menopausia, cada vez afecta a edades más tempranas. El motivo principal son las dietas desequilibradas, en cuanto a aportes, bajas en nutrientes esenciales, pero también en cuanto a su equilibrio ácido-básico. Todo ello sumado al estilo de vida marcado por el estrés, el sedentarismo y determinados hábitos como la toma de alcohol, café y el tabaco, potenciarán la descalcificación.
Incorporar y potenciar hábitos saludables, beneficiará la salud de nuestro sistema óseo y articular. La nutrición diaria debería garantizar un aporte adecuado de calcio y vitamina D, que no solamente se encuentran en los lácticos de origen animal, también podemos aportarlos a través de los cereales integrales, semillas, frutos secos y pescado.
Para equilibrar el balance ácido básico de la dieta, que potenciará la recalcificación, deberemos evitar un consumo excesivo de carnes y azúcares simples y los productos que los contienen si queremos evitar los efectos negativos sobre nuestros huesos. La digestión de la proteína animal libera ácidos que modifican el pH de nuestro cuerpo. El organismo tiene que neutralizar el exceso de acidez y lo hace a través del uso del calcio de los huesos, produciéndose desmineralización ósea. Las frutas y las verduras nos ayudan a alcalinizar el organismo y compensar el equilibrio ácido-base de nuestro organismo.
Si queremos mantener unos huesos sanos y prevenir la descalcificación; sin duda, una de las mejores maneras de hacerlo comienza por hacer ejercicio y equilibrar nuestra dieta, incluyendo frutas y verduras de temporada, frutos secos, cereales y legumbres integrales, ácidos grasos esenciales procedentes de los aceites de semillas y del pescado. Mantener bajo control el aporte de proteína animal compensándolo con el de vegetal y eliminar el azúcar y los productos que lo contienen, los cereales refinados, los alimentos ricos en purinas, embutidos y grasas saturadas.
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