Cuando hablamos de cosmética consciente, queremos reflejar que la salud de nuestra piel depende en gran parte de como la cuidamos, si somos conscientes de que nuestra piel es un órgano vivo y que, para poder realizar sus funciones, requiere que la “alimentemos” de forma adecuada, es entonces cuando entramos en la profundidad de este concepto. Además, la cosmética consciente va de la mano de una nutrición también consciente y un estilo de vida sano y respetuoso con el medio ambiente.

Entender que podemos redescubrir nuestra belleza, cuando con tranquilidad, y a través de la cosmética natural, vamos llevando a nuestra piel hacia el equilibrio que necesita para que se restablezcan todas sus funciones, que tienen que ver con: la nutrición, la eliminación de deshechos, la regeneración, la reparación, la protección, el fortalecimiento de la función barrera etc. Funciones olvidadas por la cosmética convencional, que solo trata de añadir películas y químicos que no cumplen ningún propósito en la piel.

Este concepto nos retorna una vez más a lo auténtico, a la necesidad primordial de atender las verdaderas necesidades de la piel, lejos del marketing de sustancias, que muchas veces no sabemos ni que son, y que nos prometen conseguir excelencias que nunca alcanzamos.

Volver, retornar al concepto natural, implica también la reconexión con nosotros mismos, partir de nuestra realidad, aceptar quien somos y poner en marcha los mecanismos para estar mejor, en sintonía con nuestro entorno, con la naturaleza, redescubrir nuestros ritmos, recobrar la paz, la alegría y la serenidad. El estado de la piel es el reflejo también de nuestras emociones y pensamientos. Las arrugas y líneas de expresión marcan en nuestra piel, la historia y vivencias de nuestra vida. Todos sabemos que cuando estamos relajados, el aspecto de nuestra piel mejora, por ejemplo, el sentimiento de alegría, la risa y la sonrisa verdadera, potencian la salud de nuestra piel, gracias a la liberación de endorfinas o sustancias del bienestar que favorecerán un mejor estado de la piel. La cosmética natural que contiene aromaterapia, va por ese camino, intenta potenciar también, la salud de la piel a través de las moléculas aromáticas que contienen los aceites esenciales de calidad terapéutica (A.E.B.B.D*), a través de la inhalación y efectos en la piel, estas sustancias son capaces de mejorar también nuestro estado de ánimo y bienestar, gracias a sus efectos psico-aromaterapéuticos, muchos de ellos hoy día bien documentados. Es por ello que creo, que la salud de la piel y el bienestar puede mejorarse en gran medida, a través del uso de la verdadera cosmética aromaterapéutica. Descubrir sus beneficios ayudará a nuestra piel a disponer de los nutrientes que necesita para recuperar su equilibrio natural y podremos también beneficiarnos de sus efectos potenciadores de nuestro bienestar.

*AEBBD: Aceite Esencial Botánica y Bioquímicamente Definido.

Maribel SAIZ CAYUELA LDA. CIENCIAS BIOLÓGICAS PGD DIETÉTICA Y NUTRICIÓN.